Los cepillos de dientes manuales siguen siendo la herramienta más usada para eliminar la biopelícula dental (placa) y, en general, para la higiene bucal. Sin embargo, como dentistas sabemos que la efectividad de un cepillo de dientes manual depende de varios factores, como la duración del cepillado, la frecuencia, la técnica y qué tan bien se ajusta cada cepillo a las necesidades de sus pacientes. En este artículo, le compartiremos nuestros diez mejores consejos para ayudarles a sus pacientes a mejorar la efectividad de su cepillado dental.

1. Muéstreles la importancia de tener buenos hábitos de cepillado dental

Es indispensable tener buenos hábitos de cepillado dental, independientemente del cepillo de dientes que se use. Sus pacientes con mala higiene bucal se sorprenderán al ver cuánta biopelícula hay oculta a plena vista. Ayúdeles a verla usando un revelador de placa que funcione con fluorescencia o colorante. También puede mostrarles la biopelícula usando una sonda para retirar una muestra de una zona que presente cierto grado de acumulación. Este procedimiento lo puede repetir en las consultas subsecuentes para enseñarles los resultados positivos de sus nuevos esfuerzos de higiene bucal. Esto les motivará y les ayudará a identificar las zonas a las que deben prestar más atención.

2. Encuentre el mejor diseño de cabeza de cepillo dental

Recomiéndele a cada paciente un cepillo de dientes manual cuya cabeza que se ajuste a sus necesidades individuales. Las cabezas de cepillo dental demasiado grandes pueden hacer que sea más difícil para sus pacientes llegar a todas las áreas de la boca. Hay pacientes a quienes una cabeza de cepillo dental más compacta les ayudará a lavarse los dientes más cómoda y cuidadosamente.

En otros casos, puede que un cepillo dental con cerdas de perfil plano sea suficiente, pero en otros puede que sea mejor usar un cepillo de dientes cuyas cerdas estén a diferentes alturas, inclinadas o en multinivel, o que tengan alguna otra configuración particular. Los cepillos con limpiadores de textura suave para la lengua y las mejillas ayudan a eliminar las bacterias en estas zonas también. Algunos cepillos con esta característica combinan las cerdas a diferentes alturas con una punta elevada para mejorar la limpieza, además de que sus cabezas cuentan con conos pulidores suaves hechos de goma. En conjunto, estas características contribuyen a una limpieza total de la boca. Para pacientes con aparatos fijos de ortodoncia, los cepillos dentales con cerdas en forma de U o con un corte en V les pueden ayudar a limpiar las zonas adyacentes a los mismos.

3. Recomiende la rigidez de cerdas correcta

La Asociación Dental Americana (American Dental Association, ADA) recomienda usar cepillos dentales con cerdas suaves para reducir las probabilidades de generar una abrasión gingival. Para pacientes con dientes sensibles, elija un cepillo dental ultrasuave. Sea cual sea su recomendación, las cerdas deberían tener las puntas redondeadas.

4. Piense en la ergonomía

Para pacientes más jóvenes o con habilidades manuales restringidas, recomiende cepillos dentales con un mango antideslizante más grueso. Los mangos antideslizantes también pueden ser útiles para otros tipos de pacientes. Además de brindarles una limpieza más efectiva, sus pacientes podrán cepillarse los dientes más fácilmente sin que se les resbale el cepillo de las manos. Esto podría ahorrarles momentos de frustración durante el cepillado y animarles a seguir practicando con regularidad su rutina de higiene bucal.

5. Enséñeles buenas técnicas de cepillado a sus pacientes

La mejor técnica de cepillado para cada paciente dependerá de su estado y necesidades individuales de salud bucal, además del tipo de cepillo que usen. Por ejemplo, a la mayoría de las personas adultas les podría recomendar la técnica sulcular o de Bass, a niñas y niños, la técnica de Fones, y a personas con aparatos de ortodoncia, la técnica de Charters. En algunos casos, puede que tenga que modificar las técnicas para ajustarlas a las habilidades y necesidades de su paciente. Sea cual sea la técnica que recomiende, asegúrese de enseñarles a sus pacientes a ejercer la presión correcta, es decir, a usar suficiente fuerza para lograr una buena limpieza, pero no demasiada como para dañar los tejidos blandos o las cerdas del cepillo dental.

Use actividades interesantes y prácticas para capacitar a sus pacientes para que puedan cuidar de su salud bucal. Un modelo de dentadura le puede ayudar a enseñarles las técnicas apropiadas de cepillado, o bien puede pedirles a sus pacientes que le muestren cómo se cepillan los dientes en casa. En el caso de madres y padres de niñas y niños más pequeños, también puede recomendar el uso de cepillos de entrenamiento. Estos cepillos especiales tienen espacio extra en el mango para que quepa la mano del padre o la madre, lo que permite guiar los movimientos del niño o niña durante el cepillado.

Ofrézcales a sus pacientes material de consulta que puedan llevarse a casa o enséñeles dónde encontrar recursos en línea.

6. Tome en cuenta el aspecto del cepillo dental

A niñas y niños les puede motivar usar cepillos con colores brillantes, diseños coloridos y personajes populares en el mango.

7. Haga hincapié en la duración y la frecuencia del cepillado

La duración y la frecuencia del cepillado dental son factores de suma importancia para eliminar efectivamente la biopelícula. Recuérdele a su paciente que, para obtener los mejores resultados, debe cepillarse los dientes durante dos minutos dos veces al día.

8. Fomente una buena higiene de cepillo dental

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CCPEEU) señalan que el cepillado de dientes hace que los cepillos dentales se contaminen con bacterias, restos de comida de la boca, sangre y saliva. Por ello, recomiendan enjuagar el cepillo dental cuidadosamente con agua después de cada uso y no sumergirlo ni en enjuague bucal ni en otras soluciones limpiadoras.

Para evitar la reproducción de microorganismos, la ADA señala que debe permitirse que los cepillos dentales se sequen al aire sin cubrirlos. Además, deben dejarse en una posición vertical, no en un contenedor cerrado, y debe evitarse que entren en contacto con otros cepillos de dientes.

9. Promueva el reemplazo regular de los cepillos dentales

A medida que las cerdas de los cepillos de dientes manuales se desgastan, su capacidad limpiadora disminuye significativamente. Para un cepillado efectivo, anime a sus pacientes a cambiar sus cepillos de dientes manuales cada 3 a 4 meses, según las recomendaciones de los CCPEEU, la ADA y otras organizaciones dentales.

Indíqueles a sus pacientes que éste solo es un tiempo de referencia, ya que los cepillos de dientes de cerdas suaves se gastan más rápidamente. Así, si su cepillo dental empieza a presentar señales de desgaste antes de cumplir los tres meses de uso, hay que reemplazarlo antes. Si sus cepillos dentales tienden a desgastarse rápidamente, esto también podría indicar que el o la paciente se está cepillando los dientes con demasiada fuerza, por lo que es importante que no olvide preguntarle al respecto y, en caso necesario, ayudarle a solucionar el problema.

10. ¡Dígales la regla dorada!

Por último, asegúrese de que sus pacientes conozcan la principal regla del cepillado de dientes: ¡nunca compartir el cepillo! Algunas personas pueden usar el cepillo dental de sus parejas o familiares sin pensárselo dos veces, pero este es un hábito que es importante desaconsejar. Recomiéndeles a sus pacientes que usen cepillos de colores distintos para evitar cualquier confusión.

El tiempo que tenemos con cada paciente en el consultorio es limitado. Por eso, es importante que nos aseguremos de que lo que hagan en casa marque la diferencia. Estos sencillos consejos para mejorar el cepillado manual de dientes le permitirán capacitar a sus pacientes para que tomen el control de su higiene bucal y logren mejores resultados de salud bucal.